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Marruecos y el Sáhara Occidental: ¿Qué esperar?

Nota: Las opiniones expresadas en este texto son de exclusiva responsabilidad del autor y no reflejan necesariamente la posición de este sitio web.


Uma escavadeira passa pelo topo de uma colina, operada por soldados marroquinos, em uma estrada entre Marrocos e Mauritânia, em Guerguerat, no Saara Ocidental, em 23 de novembro de 2020.
Una excavadora, operada por soldados marroquíes, pasa sobre una colina en una carretera entre Marruecos y Mauritania, en Guerguerat, Sáhara Occidental, el 23 de noviembre de 2020. (Foto: AFP)

El Sáhara Occidental, una región desértica en la costa noroeste de África, fue colonia española hasta mediados de la década de 1970. Tras la retirada de España, Marruecos y Mauritania reclamaron el territorio, pero la resistencia vino del Frente Polisario, un movimiento de liberación que declaró la República Árabe Saharaui Democrática (RASD) en 1976. Mauritania finalmente abandonó sus pretensiones en 1979, pero Marruecos anexó la mayor parte del territorio, desencadenando un prolongado conflicto armado.


En 1991, un alto el fuego mediado por la ONU preveía la realización de un referéndum de autodeterminación, pero la consulta nunca se llevó a cabo debido a las objeciones marroquíes, principalmente sobre quién tendría derecho a votar. El estancamiento se mantuvo hasta 2020, cuando el alto el fuego colapsó tras la represión marroquí a protestas saharauis, reabriendo los enfrentamientos militares.


Interés de Marruecos


Marruecos considera el territorio parte de su integridad territorial, llamándolo “Sáhara Marroquí”. Además de la dimensión nacionalista y simbólica, el país tiene fuertes intereses económicos: la región concentra vastas reservas de fosfato (alrededor del 70% del total mundial), fundamentales para la producción de fertilizantes y para la seguridad alimentaria global. El territorio también posee relevancia geopolítica, sirviendo como punto estratégico en el Atlántico y como vínculo en las relaciones regionales.


Por ello, Rabat insiste en ofrecer únicamente una autonomía limitada, manteniendo la soberanía marroquí. Esta propuesta ha atraído un creciente apoyo de potencias como EE. UU., Francia y España, que ven en Marruecos un socio clave en migración, contraterrorismo y estabilidad regional.


Oposición del Frente Polisario


El Frente Polisario defiende el derecho a la autodeterminación plena, mediante un referéndum de independencia. Su proyecto político está representado por la RASD, que cuenta con el reconocimiento de más de cuarenta países y es miembro de la Unión Africana (UA). El movimiento mantiene sus bases en el sur de Argelia, país que ofrece apoyo militar y político, reforzando la histórica rivalidad entre Argelia y Marruecos.


Además, la intervención de actores externos, como Irán, acusado de suministrar armas al Polisario, aumenta la percepción de que el conflicto pueda servir como escenario de disputas por poder.


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Postura de la comunidad internacional


  • A favor de Marruecos: EE. UU., Francia, España y varios países occidentales, que priorizan la seguridad, la estabilidad regional y la cooperación migratoria.

  • A favor del Polisario/RASD: Argelia, parte de África y países del Sur Global que defienden la descolonización y el principio de autodeterminación.

  • Neutros/evitan el conflicto: La Unión Europea como bloque y parte de la ONU, que reconocen el territorio como “no autónomo”, pero sin imponer sanciones efectivas a Rabat.


En el ámbito de la Unión Africana, la adhesión de la RASD en 1984 llevó a Marruecos a retirarse del bloque, retornando únicamente en 2017. Desde entonces, la UA evita tratar el tema de manera central para no profundizar divisiones internas.


El conflicto del Sáhara Occidental combina dimensiones históricas, económicas y geopolíticas, lo que dificulta una solución simple. El escenario actual sugiere que:


  • La posición marroquí tiende a ganar más legitimidad internacional, especialmente entre países occidentales dependientes de la cooperación con Rabat.

  • El Polisario, aunque resistente, enfrenta un aislamiento diplomático creciente, manteniendo apoyo sobre todo de Argelia y de parte de África.

  • El riesgo de escalada militar continúa presente, especialmente ante el creciente uso de drones y la participación indirecta de potencias externas.


Un referéndum de independencia parece cada vez más improbable, mientras que la propuesta de autonomía bajo soberanía marroquí gana fuerza como la alternativa más viable, aunque sea rechazada por el Polisario.


En resumen, el Sáhara Occidental tiende a permanecer como un conflicto congelado, con episodios de violencia intermitente, mientras Marruecos consolida su posición y la comunidad internacional, en su mayoría, privilegia el pragmatismo estratégico en detrimento del derecho a la autodeterminación saharaui.


Referencias


ARMSTRONG, H. R. The Case for Partition in Western Sahara. Disponível em: <https://www.foreignaffairs.com/western-sahara/partition-solution-morocco>.


ELJECHTIMI, A. Trump reaffirms support for Morocco’s sovereignty over Western Sahara. Reuters, 2025.


LOVATT, H. Can Trump make a deal on Western Sahara? Disponível em: <https://www.cidob.org/en/publications/can-trump-make-deal-western-sahara>.


MOCERI, A. Morocco Makes a New Case for Sovereignty Over Western Sahara. Disponível em: <https://www.worldpoliticsreview.com/morocco-western-sahara-development/>.


SUN, E. What Does the Western Sahara Conflict Mean for Africa? Disponível em: <https://www.cfr.org/in-brief/what-does-western-sahara-conflict-mean-africa>.

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