El Paradoxo Verde de Brasil en vísperas de la COP 30
- Paula Lazzari

- 5 nov
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A medida que la agenda climática global gana centralidad, Brasil busca reposicionarse como un actor de peso en las negociaciones internacionales. La realización de la COP 30 en Belém simboliza el esfuerzo del país por reafirmar su liderazgo en la diplomacia ambiental y consolidar una imagen de potencia verde. La elección de la Amazonía como sede del principal foro global sobre medio ambiente refuerza la narrativa de que el país es guardián de una biodiversidad de relevancia planetaria y, por ello, un actor indispensable en la gobernanza climática internacional. Sin embargo, las decisiones domésticas recientes revelan tensiones profundas entre el discurso y la práctica.
La autorización concedida por Ibama, en octubre de 2025, para la perforación exploratoria de un pozo de petróleo en la Foz do Amazonas expuso de manera clara esa contradicción. El mismo organismo había negado la solicitud dos años antes, alegando fallas técnicas y ausencia de instrumentos de planificación regional. La reversión de la decisión, en medio de los preparativos de la conferencia climática, se convirtió en símbolo del dilema que marca la política ambiental brasileña: conciliar la búsqueda de reconocimiento internacional con las presiones internas por seguridad energética y desarrollo económico.
El caso del Margen Ecuatorial no es solo un conflicto entre conservación y explotación. Expresa un proceso de transformación institucional más amplio, en el cual la licencia ambiental se ha convertido de un instrumento de precaución en un mecanismo de gestión del riesgo. Esta inflexión traduce el intento de equilibrar agendas heterogéneas sin romper la narrativa de compromiso climático. El resultado es un sistema que preserva formalmente la precaución, pero opera, en la práctica, bajo una lógica de mitigación y control.
Reconfiguración institucional y gestión de riesgos
El proceso de toma de decisiones que llevó a la autorización de la perforación ilustra el cambio de papel de Ibama dentro de la estructura regulatoria brasileña. En 2023, el organismo rechazó la solicitud de Petrobras por la ausencia de Evaluación Ambiental del Área Sedimentaria, lagunas en los modelos de dispersión de petróleo y deficiencias en los planes de emergencia. Dos años después, tras la revisión de protocolos, la inclusión de condicionantes y la ampliación del monitoreo remoto, la solicitud fue reconsiderada. Aunque limitada a la etapa exploratoria, la nueva licencia marcó un giro institucional: la concesión dejó de ser un ejercicio de veto técnico para convertirse en un espacio de negociación entre sectores gubernamentales.
Esta reconfiguración refleja una lógica más amplia de gobernanza ambiental basada en la administración de riesgos. La política ambiental brasileña, históricamente anclada en la precaución, pasó a operar bajo el supuesto de que las incertidumbres pueden ser gestionadas mediante controles tecnológicos y condicionantes regulatorios. El Ministerio de Minas y Energía comenzó a presentar el Margen Ecuatorial como una frontera estratégica para la seguridad energética y la autonomía nacional, argumentando que los ingresos futuros podrían financiar la transición hacia una economía de bajo carbono. Sin embargo, los instrumentos que garantizarían esa destinación siguen siendo frágiles y fragmentados.
En este contexto, las autoridades brasileñas evocan con frecuencia el ejemplo de Noruega para sostener que la explotación de hidrocarburos puede coexistir con metas climáticas ambiciosas. El paralelo, sin embargo, revela más contrastes que semejanzas. La experiencia noruega se apoya en instituciones sólidas, en un fondo soberano supervisado por el Parlamento y en un consenso político duradero sobre la transición energética. El país escandinavo combina transparencia regulatoria, baja dependencia fiscal del petróleo y un plan de neutralidad de carbono hasta 2050. Las condiciones brasileñas son distintas: el país carece de mecanismos de rendición de cuentas equivalentes, de previsibilidad regulatoria y de un fondo de estabilización consolidado. Mientras Noruega administra su producción petrolera como parte de una transición ya en curso, Brasil aún la utiliza como promesa de una transición futura. El contraste evidencia diferentes grados de institucionalización y trayectorias históricas en la construcción del Estado ambiental.
Liderazgo climático y credibilidad internacional
La coincidencia entre la autorización de la perforación y los preparativos de la COP 30 amplió el impacto simbólico de la decisión. El evento fue concebido como una vitrina del retorno de Brasil a la diplomacia climática y de la recuperación de su capacidad de articulación global. Sin embargo, la apertura de un nuevo frente petrolero en la misma región de la conferencia generó cuestionamientos sobre la coherencia del discurso oficial. Organizaciones ambientales, centros de investigación y parte de la prensa internacional interpretaron la medida como una señal de ambigüedad estratégica. El gobierno respondió que la licencia no compromete las metas de emisiones y que el país dispone de capacidad técnica para conciliar exploración y responsabilidad ambiental.
Esa respuesta refleja una tradición de la política exterior brasileña: el equilibrio entre liderazgo normativo y pragmatismo económico. Desde Río-92, Brasil ha buscado afirmarse como mediador entre el Norte y el Sur globales, sustentando el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas. Esta posición le otorga legitimidad internacional, pero exige coherencia entre los compromisos multilaterales y las políticas domésticas. Cuando las decisiones internas desafían esa coherencia, la credibilidad externa se debilita.
El liderazgo ambiental no se construye solo con diplomacia. Depende de la capacidad institucional para traducir los compromisos internacionales en políticas públicas previsibles y transparentes. La credibilidad del país reposa menos en las declaraciones de intención y más en la estabilidad de los mecanismos que regulan el uso de sus recursos naturales. El caso del Margen Ecuatorial evidencia que el desafío brasileño es gobernar la transición energética sin comprometer la integridad de su política ambiental.
La COP 30 ofrecerá una prueba decisiva. Brasil llega a la conferencia con una matriz eléctrica mayoritariamente renovable, protagonismo en energías limpias y experiencia acumulada en negociaciones climáticas. Sin embargo, estos activos deben ir acompañados de coherencia institucional y transparencia regulatoria. Si la licencia en la Foz do Amazonas se percibe como parte de una transición planificada, podrá reforzar la imagen de madurez del Estado brasileño. De lo contrario, confirmará la persistencia de un paradoxo: el de un país que reivindica liderazgo verde mientras reconfigura sus instituciones ambientales para acomodar la expansión petrolera.
La consolidación de ese liderazgo exigirá más que la retórica de conciliación entre producción y protección. Implicará construir un sistema de gobernanza que integre sostenibilidad, previsibilidad y responsabilidad pública. El paradoxo verde de Brasil no reside solo en la coexistencia entre explotación y conservación, sino en la distancia entre la ambición diplomática de liderar y la capacidad institucional de sostener ese liderazgo con coherencia y credibilidad.
Referencias
IBAMA. Despacho nº 15786950/2023-Gabin – Decisão sobre pedido de licença para perfuração no bloco FZA-M-59, Bacia da Foz do Amazonas. Brasília, 17 mai. 2023. Disponível em: https://www.gov.br/ibama/pt-br/assuntos/noticias/2023/ibama-nega-licenca-de-perfuracao-na-bacia-da-foz-do-amazonas/sei_ibama-15786950-despacho-presidente.pdf
IBAMA. Nota do Ministério do Meio Ambiente e Mudança do Clima (MMA) sobre o indeferimento de licença para perfuração no bloco FZA-M-59, Bacia da Foz do Amazonas. Brasília, 19 mai. 2023. Disponível em: https://www.gov.br/ibama/pt-br/assuntos/notas/2023/nota-do-mma-sobre-o-indeferimento-de-licenca-para-perfuracao-no-bloco-fza-m-59-na-bacia-da-foz-do-amazonas
IBAMA. Processo de licenciamento ambiental para perfuração marítima no bloco FZA-M-59 – ofício ao empreendedor com solicitações de complementação. Brasília, 29 out. 2024. Disponível em: https://www.gov.br/ibama/pt-br/assuntos/noticias/2024/processo-de-licenciamento-ambiental-para-perfuracao-maritima-no-bloco-fza-m-59
MINISTÉRIO DE MINAS E ENERGIA (MME). Aprovação de simulado de exploração de petróleo na Margem Equatorial é passo fundamental para a soberania energética do Brasil, afirma Silveira. Brasília, 25 set. 2025. Disponível em: https://www.gov.br/mme/pt-br/assuntos/noticias/aprovacao-de-simulado-de-exploracao-de-petroleo-na-margem-equatorial-e-passo-fundamental-para-a-soberania-energetica-do-brasil-afirma-silveira
MINISTÉRIO DE MINAS E ENERGIA (MME). Silveira comemora liberação de licença para exploração do poço FZA-M-59 na Margem Equatorial. Brasília, 20 out. 2025. Disponível em: https://www.gov.br/mme/pt-br/assuntos/noticias/silveira-comemora-liberacao-de-licenca-para-exploracao-do-poco-fza-m-59-na-margem-equatorial
IBAMA. Nota à imprensa – Bloco FZA-M-59, Bacia da Foz do Amazonas. Brasília, 20 out. 2025. Disponível em: https://www.gov.br/ibama/pt-br/assuntos/noticias/2025/nota-a-imprensa-bloco-fza-m-59-bacia-da-foz-do-amazonas





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